El año llega a su fin, y es momento de hacer balance. Nadie dijo que editar libros sería un trabajo sencillo. Es cierto que empezamos este proyecto con otra mirada, la de la inocencia. No quiero decir con esto que hayamos perdido la ilusión, en absoluto. En todo caso, la ilusión se ha incrementado. Pero, como ocurre con todo proceso de aprendizaje, hemos aprendido a ser cautos. Tal vez haya sido algo decepcionante reconocer ciertas actitudes que nos hicieron salir corriendo de otro ámbito profesional, en teoría aquel para el que llevábamos preparándonos la mayor parte de nuestras cortas vidas. Empezar desde cero no ha sido sencillo, Nevsky ha sido, y continúa siendo, una apuesta personalísima. Y aunque existan las decepciones, aunque hayamos metido la pata en muchas cosas, lo cierto es que el balance general es positivo, el apoyo que nos habéis demostrado ha sido excepcional, y estamos encantados y agradecidos. Hemos vivido momentos difíciles. En ocasiones hemos sentido que la prensa nos hacía el vacío; en otras, que nosotros mismos no estábamos a la altura para “jugar” en la liga de aquellos mimados por los medios, los que han llenado las páginas sobre el “regreso de la literatura rusa” en las que apenas se nos ha mencionado. Es imposible no sentirse defraudado por ello. Es cierto que la literatura rusa “está” de moda, o eso parece… El año que viene será el año de la Literatura Rusa en España, y al eco de ello se han ido ofreciendo una serie de estupendas propuestas al público. Nosotros, sin embargo, no hemos nacido al hilo de ninguna “moda”. Rusia se encuentra en nuestra historia personal, en nuestra historia educativa, y más importante todavía, en nuestro corazón. Es un sueño hacer esto. Tenemos amigos que este año han logrado lo que esperaban, trabajos con “tenure” en Oxford, Cambride. Todos nos dicen sin excepción que nos envidian, que nos admiran, que estamos locos. No hemos montado una editorial para que nos envidien los amigos que se quedaron atrás, pero sí para salir del camino marcado, camino de baldosas amarillas, hacer algo distinto con nuestras existencias, acercar unos libros que, quién sabe por qué, no han encontrado el interés de los próceres del mundo editorial, tanto independiente como no independiente. Y tenemos más ideas que compartir con vosotros, más ámbitos que explorar. En 2011, si todo va bien, nuestra editora Marian inaugurará un sello de “rarezas”, literatura infantil, gótica, novela de género, que explorará otro país, uno muy cercano a su imaginario. Y seguiremos explorando Rusia desde el discurso de la ilustración, de la fotografía, de la ficción que surge sobre este país maravilloso fuera de sus fronteras físicas. Y continuaremos editando libros que amamos, escritos en mitad de estepas heladas, al abrigo del golfo de Finlandia, o en mitad de la perspectiva Nevsky. Esperamos encontraros en sus aceras de nuevo un año más.
Monday, December 20, 2010
Balance de 2010
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